foto de Janet Schwartz

Entrevisté a Juana Victoria y a su mamá Juana Gómez Torres ellas son artesanas de San Juan Cancuc, Chiapas. Las conocí porque mi roomie me contó de una tienda de artesanas que acababan de abrir sobre la calle de Diego Dugelay en San Cristóbal de las Casas.

Mi roomie bien linda les contó sobre mi proyecto y quisieron que fuera a conocerlas. Aunque la verdad tenía algo de flojera de salir de casa me emocioné mucho con lo que Aura me dijo, así que me alisté para que fuéramos a encontrarnos.

Como mujeres son un gran ejemplo a seguir. Se han puesto a pensar en la manera en que ellas podrían tener su propio dinero, ayudar a sus familias y salir adelante sin la necesidad de pedirles ayuda económica a los hombres.

Además, son súper creativas, conservan su historia y aman dar a conocer lo que se ha hecho de generación en generación.

VICKY

– ¿Quién eres?
V- Mi nombre es Juana Victoria Hernández Gómez yo soy del municipio de San Juan Cancuc y nosotras trabajamos telar de cintura, brocados y bordados también, tenemos un grupo de 25 mujeres en mi municipio, así que trabajamos así, en grupo. Todas somos artesanas.

– ¿Cuándo comenzaste tu vida artesanal?
V- Yo tenía 12 años cuando aprendí a tejer, bordar y brocar mi ropa tradicional.

Solo porque estaba yo estudiando en primaria, secundaria y preparatoria casi no me daba tiempo, así que le ayudaba a mi mamá por eso ella inició antes. Ya cuando me salí de mi prepa comencé a investigar y ver como puedo hacer mi trabajo artesanal.

– ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
V- Así trabajando de artesanía sacar nuevos diseños de brocados y combinar colores.

– ¿Cuál es tu técnica favorita en la artesanía?
V- Todo. Tejer, bordar, brocar.
Lo que me gusta más son las blusas de las mujeres

– El huipil que usan ¿Tiene algún significado su brocado?

V- Así es la costumbre desde mi abuelita ella más o menos me dio su idea de que los colores antes eran muy coloridos. Antes había un pajarito que es colorido, dice que lo vieron así de diferentes colores y que así empezaron a crear su propia idea de combinaciones. Algo así me había comentado mi abuelita.

– ¿Cuánto tiempo te tardas en hacer un huipil tradicional?
V- Me tardo casi como 4 semanas trabajando 5 horas diario.

– ¿Por qué decidieron abrir su tienda?
Tiene como 4 años que tenemos una tiendita en el municipio donde vivimos nosotras y como vemos que se vende muy poco, 2 o 3 veces al año, las mujeres empezaron a opinar que si encontraríamos una tienda o una persona quien nos apoye o nos ayude en una organización, algo así empezaron a platicar entre ellas.
-Si es cierto- le dije.
Como en San Cristóbal vemos que hay turismo abrimos la tienda.

Conocí a Verónica, ella es la responsable de una organización, así empezó a establecer grupos de artesanas de cada municipio y nos dio cursos por 2 años.

Así salió su proyecto, ella apoya a las mujeres con talleres de corte y confección y de diseños con patrones.

Ella nos dijo que buscáramos una tiendita es por eso que hasta ahora abrimos una. La tienda es nuestra, Verónica solo nos dio las bases para abrir nuestro negocio. El espacio de ésta lo vamos a pagar entre todas, la encargada de la organización nos ayudó con el primer mes pero los siguientes meses debemos pagarlo entre todas.

Somos 6 municipios aquí en la tienda; San Andrés Larráinzar, Chenalhó, Chamula, San Cristóbal, dos grupos de Zinacantán y San Juan Cancuc. En total de mujeres somos 26 las de la tienda.

– ¿El precio de sus artesanías es justo al trabajo que hacen ustedes?
V- Así como el mío, las prendas si es justo porque tengo que sacar la hora del trabajo y el costo del material lo tengo que ver ahí. Así sacó mis precios y sé lo que en realidad cuestan.

– ¿Qué te gustaría lograr con esta tiendita?
V- Me gustaría lograr que haya dinero para mantener a nuestra familia, para que haya comida y ropa. Todo lo que necesitamos en cada familia.

JUANA

– ¿Cómo se llama y qué hace?
J-Yo me llamo Juana Gómez Torres, vivo en Cancuc también.

Como dice mi hija estamos trabajando en artesanías, yo ya tiene tiempo, hace 20 años o más. Tenía yo 38 años cuando empecé a hacer artesanías. Yo comencé a pensar y opinar con mi esposo, como nosotros vemos que las señoras o señores, niñas y niños no tienen nada pensamos en que hacer para solucionarlo, ¿Será que no se puede hacer artesanía? Para hacer ropita y hacer diferente a como ya sabemos, diferentes colores y que sean únicos, no solo rojos, verde limón, azul o amarillo, que son los que más se usaban antes, únicamente 5 a 6 colores.

-¿Cómo ha ido cambiando la combinación de colores y diseños?
J- Los que están estudiando están llevando diferentes libros donde hay distintos colores, cuadros, rombos. Ahí están encontrando inspiración.

Mi suegra me enseñó a hacer, a mí también me gustaba de 5 colores y cuadros grandes. Ahorita ya cambie colores, ya veo más colores porque desde 7 u 8 años, 9 a 10 ya se cambiaron a otros.

El otro día una muchacha ya hizo uno rombos, o unas equis, los diseños es según como lo saquen ya en sus telares ahorita. Esto lo hacen en la práctica.

Anteriormente se hacía una raya nomás. Dicen las mujeres anteriores: una raya grande, no es necesario que tenga más brocado y es diferente, no lleva mucho dinero y como sabemos que no tenemos y no hay donde encontremos porque no tenemo café. Antes trabajamos en la milpa, en cargar leña, vender frutas y vender verduras.

Así lo vi también, yo empecé a vender chayote, puro chayote llevaba yo en cada fiesta ahí cuando vendía me compraban un poquito de mi estambre, de mi hilo para tejer, para trabajar.

Pero ya que empecé yo a hacer artesanía me empezaron a conocer y llegué a hablar a autoridades, llegué a enseñar como yo empecé a hacer.

Mi esposo es de Cancuc, los dos empezamos a hacer cursos, todo los 2 juntos. Pobre de mi esposo que está en la casa. Ya se queda a hacer aseo, cuida a los animales, los pollitos, a nuestros hijos chiquititos , así estamos ya ahorita y mi esposo digo claramente que no es celoso. Mi esposo no dice nada, donde quiera irme me voy, es importante si es celoso el hombre pues si lo es no nos deja salir.

Mi esposo hace artesanía, nos ayuda para hacer orillar de faja para hombre porque el hombre pues lo hacen en la pierna, a nosotras nos da vergüenza hacer en la pierna.

Los hombres les ayudan a sus mujeres también. Los hombres aprenden a hacer para hilar el telar cuando se empieza uno, a costurar también, ya aprenden poco. Yo veo a mis hijos y ellos hacen juguetitos para bebé, ellos lo hacen, lo cortan, lo costuran todo con los retazos de telares que sobran. Nosotras en la comunidad no dejamos fuera a los hombres, quien quiere trabajar aprende.

Así nomás con mi esposo yo empecé a cambiar mis colores, empecé a hacer faja y ropa para hombres y ropa para mujeres y ropa para niña y niño. Son puras tramas, bolsitas para tortilla y servilleta con puro estambre y hacemos todo para mantel de mesa, puro grande empezamos a hacer. Empecé a enseñarles a las mujeres ya así cambiando y combinando colores pero con puro estambre antes. En una ocasión hicimos un mantel como casi de 4 metros con estambre, si que salió bonito…

– ¿Por qué utilizaban puro estambre?
J- Porque se gasta menos dinero para comprar uno, porque estambre cuando utilizas detergente clarasol no gasta su color ni nada.

– ¿Por qué le llamó la atención empezar a hacer artesanía?
J- Yo empecé porque comencé a pensar a veces pobre de las autoridades o la gente y quienes entran a trabajar en la presidencia municipal, a veces no se encuentran sus ropas, llegan a preguntar a casas y no encuentran su ropa por eso yo comencé a pensar. Entonces empecé a conocer autoridades y empecé a hablar.

Yo entrego este conocimiento para que me conozcan.

Entonces nosotros estamos trabajando de artesanía, si quieren ropa y faja para hombre o bolsitas o morral de estambre ahí llegan a mi casa, les decía.
-Ah bueno.
Me dicen
-Que bueno, muchas gracias.
Dicen también las autoridades y presidente municipal.

Hasta ahorita que ojalá nunca me quieran dejar. Siguen llegando a mi casa, estoy trabajando huipiles tradicionales más viejos y ya también de los nuevos, cambiando colores.

– ¿Qué es lo que más te ha gustado de poder trabajar en la artesanía?
J- A mi me gusta de todos colores, de todos diferentes modelos y de todo estambre. También no quiero dejar a nuestro traje de San Juan Cancuc porque es de costumbre y también los vendemos y hacemos porque siempre llegan autoridades, grupos o parajes. Ellos cada vez que cambian los presidentes llegan y preguntan por su ropa y su morral, todo pues.

– ¿Ellos mandan a hacer diseños especiales o usted les ofreces los que tienen?
J- No, no, nosotros vemos como lo hacemos según como lo quieren. Diferente color; “ya queremos morada, ya queremos medio azul, medio celeste, ya queremos medio verde.” Llevan sus medidas.

Así estamos trabajando, así vamos caminando, bendito sea dios que ya lo encontramos, ya lo logramos un poco con el grupo Taj Kotoltik (entre todas) que somos las de la tienda.

– ¿Cuál es su prenda favorita?
J- Me gusta inventar de todo, nuevo y viejo. No quiero dejar mi viejo, la ropa de las mujeres, las viejitas me gusta y me gusta hacer también porque pobres viejitas a veces ya no hay quienes hagan su ropita.

– ¿Cómo aprendió usted a hablar español?
J- Yo aprendí español porque desde chicos nos decían que quienes quieren salir afuera del lugar se aprende español, quienes no quieren salir afuera del lugar ahí se crece.

Bueno, ahí nomás se casa uno y a veces pobres no salen y no saben hablar español, no entienden, en cambio yo desde chiquita salí, tenía 8 años pero mi papá no me dejaba salir. Yo soy de Yajalón pero mi papá no me quería dejar ir y me decía que no quería que me fuera a casar con un hombre en otro lugar.
– ¿A poco? ¿Por qué me voy a casar? Yo no voy a ir a casarme, yo voy a poder vivir solita, terminé en Tuxtla 6º año de primaria.

Nosotras como mujeres también necesitamos tener nuestro dinero propio, si no tengo dinero y solo mi esposo está trabajando y ¿Qué tal si no me da dinero? y ¿Qué tal que se pone bravo? ¿Si se enoja? Estoy pidiendo dinero, estoy pidiendo y pidiendo.

Mejor pido trabajo por eso tengo mi mano, tengo mis ojos, tengo mi boca, entonces sí, así está.

Así está.