TÁABAL ligas que te atan a tu origen

iPHONE CASE TÁABAL. Bordado a mano en punta de cruz con hilos de algodón por María Ruíz en San Andrés Larráinzar, Chiapas. Diseñado por mí. | BOLSA M TÁABAL. Tejida en telar de cintura por Rosario en Venustiano Carranza, Chiapas. | Falda - Pantalón YAKAMPOT
 Fotos: Antonio Nicolau

Platiqué con Andrés Suárez, nacido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Se formó como diseñador gráfico y trabajó por 20 años en diseño editorial.

Entrar en la industria del diseño textil fue una sorpresa y ahora tiene su propia marca llamada Táabal; palabra de origen tzotzil que significa todas las ataduras; todas las ligas que te atan a tu origen.

Táabal está formada por Antonio y su esposa Paulina Malacara, recientemente incorporaron a Sofía, tejedora de 18 años perteneciente a la comunidad de Oxchuc.

“Yo he estado trabajando formalmente en diseño editorial cerca de 20 años, pero siempre me ha gustado experimentar en otras disciplinas de diseño y una de las partes en las que hice algunas cosas durante esos años fue en diseño textil, unos proyectos particulares como decoración y muebles, algunos para cadenas de mueblerías que querían desarrollar colecciones, incluso otros proyectos de colaboración o de asesoría para marcas que hacen textiles, esto de forma esporádica. La gente te recomienda, habla, le caes bien, haces proyectos. Así había sido, en algunas ocasiones de esos proyectos involucraba textiles de Chiapas, artesanías y esto fue también por mi liga con San Cristóbal, para mí era un recurso natural recurrir a estos textiles, a estas técnicas, es algo que sin haberlo explorado intencionalmente lo conocía, era una salida obvia.

Tengo otros compañeros que de profesión son diseñadores textiles con los que he trabajado y están más unidos a esto, así se combinó todo y fue casual, hasta que me retiré del diseño editorial por una causa que entre tanto que lo deseaba, entre tanto que fue un deseo cumplido y tocó el tiempo de regresar a San Cristóbal después de tantos años.

Al inicio fue un proyecto de entretenimiento, al principio no trabajábamos con artesanos lo que hacíamos era buscar proyectos o cooperativas y trabajar con ellos, esto funcionaba medianamente bien porque si teníamos problemas de calidad y de tiempos, siempre había un inconveniente. Esa razón fue la que nos empujó a buscar nuestro propio método de organización de artesanos.

Otra de las cosas que también nos empezó a empujar es que como estábamos aquí ya podíamos ver y comprobar como los tratan, cuanto les pagan y como eran los procesos, que tipo de insumos y en que condiciones estaban trabajando estas personas. Era muy difícil para nosotros decirle a estos proyectos que cambiaran sus mecanismos, que trabajaran mejor, que hicieran las cosas diferentes, lo hacían así también porque es una forma comercial de sustentarse “yo te pago menos” lo entiendo pero no lo entiendo, esas cosas nos fueron orillando a hacerlo nosotros mismos. Esas son las razones.

Queríamos llevar todo el control nosotros, saber cuanto estábamos pagando, saber que hilos, que herramientas y en que condiciones se estaba trabajando y solo así era la forma de controlarlo y la verdad es que todo va muy bien. Quizá comercialmente no somos los que más ganamos pero quizá somos los que mejor nos sentimos con lo que hacemos, no lo sé pero por lo menos así es como lo vemos.” Platica Antonio.

Actualmente trabajan con 11 comunidades distintas; San Andrés Larráinzar, Oxchuc y Zinacantán son las más fuertes seguidas por San Juan Chamula, Chenalhó , Pantelhó, Huixtán, Aldama, Aguacatenango, Venustiano Carranza y San Juan Cancuc.

“Uno de los principales frenos que tenemos nosotros porque siempre estamos haciendo cosas nuevas es que los artesanos se atrevan a innovar. Zinacantán es un grupo que se presta muchísimo a la innovación, cambiamos hilos de colores, la manera en la que se meten los hilos, etc. Hay grupos que crecen más que otros porque se prestan a transformar lo tradicional. San Andrés igual hemos trabajado hasta en cambiar un poco la técnica que utilizan para cambiar la textura de los tejidos.

Oxchuc creció mucho en un momento y trabajamos mucho con ellos, ahorita ya no se atreven a cambiar más, y bueno son trabajos y labores de irlos convenciendo, tenemos que experimentar y a veces dicen que no se puede.

Ahorita tenemos en El Bosque un grupo de artesanos de hombres con los que estamos haciendo una línea de productos de gancho, estamos experimentando con materiales y diseños, así pasa, así empezamos a trabajar con nuevas comunidades. Si empieza a funcionar con estos artesanos para este 2016 puede que sea de los grupos más importantes por la línea de accesorios que es lo que estamos haciendo con ellos.

Así es nuestra aventura. Todo el tiempo estamos viendo a quien incorporar.

Hay veces que es muy fácil y hay veces que es muy difícil acercarnos. Lo difícil es el principio, no está mal pero su forma de pensar es “esto es lo que sé hacer y yo te lo hago” pero cuando les dices que quieres hacer algo diferente a lo que han hecho toda su vida, algo que su bisabuela, abuela, mamá han hecho todas su vida, ahí es donde tenemos algunos problemas para iniciar pero afortunadamente hay artesanos que traen la mente súper abierta y hasta se prenden por hacer cosas nuevas.

Ahorita por ejemplo, hacemos algunas reuniones con los grupos de artesanos que tenemos y traen hasta ideas y te dicen “y si ponemos acá y brocamos acá, si el diseño que hicimos aquí lo aplicamos de esta otra forma” entonces son súper enriquecedores porque además tienen otra contaminación que nosotros no tenemos.

Eso esta bien padre porque se dan cuenta que de lo que ellos siempre han hecho hay un mundo de posibilidades, y lo reconocen. Ellos dicen “es que esto lo he hecho siempre pero no sé como lo haces.” Una chica de Zinacantán me decía el otro día “no se como lo haces pero tus combinaciones son algo que nunca se me había ocurrido y están padrísimas.”

Obviamente el origen de sus diseños tienen mucho que ver con su entorno, los de ellos tradicionales, los brocados, las montañas y colores, nosotros si nos los explican lo entendemos pero los que venimos de D.F. u otras partes no vemos nada. Esa contaminación por decirlo de una forma, esa información visual que ellos tienen a veces también alimenta mucho todas nuestras ideas.” Comparte.

Hay proyectos que prohíben a las artesanas trabajar en otros y es algo que Antonio no entiende y este es un punto que comparto con él, los que tienen la técnica y el conocimiento son ellos. “Es el medio de sustento de ellos, tú no puedes prohibirles a menos de que le des suficiente trabajo como para que no puedan voltear a otro lado, pero si no tienes esa capacidad tienes que dejarlos voltear para donde ellos quieran.

Tenemos artesanos que trabajan para otros proyectos, lo único que hablamos con ellos es de cuestiones éticas y cuestiones de decirles “estas innovaciones deben conservarlas en la medida de lo posible.” En la capacitación que nosotros les damos les hacemos saber que el conocimiento también tiene valor y es de su conocimiento que ellos dominen las técnicas tradicionales, que lo sepan hacer tiene valor pero también las aportaciones que nosotros hacemos alrededor tienen un valor. La mayoría al principio duda un poco, pero al final cuando van viendo los resultados y ven que están haciendo cosas que jamás se imaginaron que iban a hacer lo valoran.” Expresa.

Antonio es un apasionado por el diseño y el diseñar en textiles y con las técnicas que estas personas utilizan le parece maravilloso pues crean posibilidades impresionantes de diseño e innovación. Ver a alguien en la calle portando alguno de sus productos le causa una sensación maravillosa.

Además de que el impacto que causa dentro de los núcleos familiares con los que Táabal trabaja le parece emocionalmente gratificante. Ellos están ayudando a que haya una mejora en el entorno donde estas personas viven y tejen.

“Cuando es una familia los recursos que se acumulan van al mismo lugar, hacemos aportaciones en cuestión de salud, de mejora de vivienda, ese impacto para nosotros es súper emocional y muy interesante porque además el cambio es muy marcado, cuando llegas primero con ellos hay un sesgo de desconfianza muy natural porque les han visto la cara 80 mil veces a ellos, a sus abuelos, cuando vas cambiando esa desconfianza y dentro de las limitaciones te reciben con el desayuno y “pásale y siéntate” como si estuvieras en tu casa y ya eres parte de la familia es muy gratificante, no solo les estas cambiando el hecho de que ya tienen un ingreso sino también una visión de ellos, una resistencia, no es fácil que le abras la puerta a quien sea, en esa parte emocional súper gratificante.”