TERESA GÓMEZ SANTIS, artesana originaria de la localidad de Yochib, municipio de Oxchuc, Chiapas, tiene 29 años de edad y estudia lengua y cultura en la Universidad Intercultural de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Es mujer de grandes conocimientos y aspiraciones, ella comercializa sus productos y los de sus compañeras en su propia tienda JALABIL TEXTILES,  ubicada en la calle Real de Guadalupe #153, casi llegando a la iglesia de Guadalupe.

Teresa me platicó como es que comenzó a tejer, a bordar y como ahora tienen una tienda en el centro de San Cristóbal: “Recuerdo que cuando tenía 10 años yo jugaba con las herramientas del telar, veía a mi mamá que hacía su ropa, su huipil, su chal con el que nos cargaba y sus servilletas, entonces desde niña buscaba palitos para hacer morralitos chiquititos y practicar el telar, así fue como aprendí y conforme fue pasando el tiempo fui adquiriendo más conocimiento, ya ahorita soy experta en técnicas y en bordado.

Siempre soñé cuando estaba allá en la localidad con tener un espacio en donde vender nuestros productos, mismos que han cambiado y hemos innovado en diseño. Ahora producimos cojines, rebozos y bufandas ya con colores modernos, yo compro mi hilo y voy combinándolos en el comen (herramienta del telar de cintura), en donde tengo que contar hilo por hilo para hacer las líneas de colores o si quiero un huipil de 60cm x 60cm ahí se mide, los diseños se van haciendo ahí. Ningún producto está cortado ni hecho a máquina, trato de agregarle bordado tradicional para conservar mi identidad.

En la cooperativa somos 12 mujeres incluyendo a mi mamá y a mis 5 hermanas, yo soy la encargada acá, siempre estoy buscando oportunidades, buscando mercado, haciendo contactos, soy la que habla español, mi lengua materna es el tzeltal, muchas de mis compañeras están acostumbradas a estar en sus casas con sus hijos, con su esposo, yo las invito a cuidar el taller para que aprendan un poco porque todas tenemos la capacidad. Somos mujeres que estamos tratando de salir adelante sin intermediarios y somos productoras independientes, somos conocedoras y aportamos a los diseños lo que nos gusta. Aquí en la tienda a veces estamos muy bajo y a veces estamos a punto de cerrar por la renta, sólo vendemos aquí en San Cris, la idea es expandirnos y buscar más puntos de venta, que conozcan quién lo hace y quién lo produce.”

Lo que estas artesanas hacen es innovación tradicional pues están mejorando y perfeccionando sus técnicas en telar de cintura y bordado a mano para aplicarlas a diseños totalmente nuevos con distintas combinaciones de colores. El diseño vanguardista que crean Teresa y su cooperativa ha llamado la atención de varios productores de la zona, por lo que ha decidido que no tomemos fotos de su trabajo. En su decisión podemos ver la continua problemática de desvalorización del trabajo indígena y del que Tere expresa su opinión al respecto: “Pienso que en la actualidad hay personas que todavía no valoran y hasta a veces regatea mis productos, si yo empiezo a explicarles mi trabajo y cuánto me lleva hacer un chal o una blusa, les explico sobre el material que uso, que es de buena calidad, si me ha tocado que me digan “¿Por qué tan caro?” y no me siento mal porque sé mi trabajo y cuánto vale, no lo termino de un día a otro, me lleva días. Hay quienes si conocen que mi trabajo es un arte, eso me llena y me hace feliz, me felicitan porque dicen que lo que hago es maravilloso, es un conocimiento ancestral y parte de la cultura maya, yo lo rescato y lo hago. Esto me motiva a hacer más productos, me nace hacer más, y por ello sigo conservando nuestras tradiciones.”

No a la violencia de género

Además de trabajar en la artesanía Tere es estudiante de la carrera de lengua y cultura en la Universidad Intercultural de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Uno de sus sueños es titularse al salir y ayudar a las mujeres de su comunidad. “Estudié lengua y cultura, estoy afinando el tema de mi tesis que es sobre la condición de la mujer tzeltal ante la justicia comunitaria, caso de la comunidad de Yochib, de donde soy, ahí quiero trabajar mi tesis. A mí me gusta mucho estar en las comunidades conviviendo con otras culturas, compartiendo conocimientos en cuanto al telar de cintura, me gustaría buscar trabajo ya sea de traductora o empezar a hacer otros proyectos en cuanto a las mujeres, por ejemplo, de la violencia. Me gustaría buscar apoyo más adelante para impartir en las comunidades porque he visto que existe mucha violencia hacia las mujeres, me enoja mucho eso, ojalá encuentre un trabajo para que en la localidad haya un módulo especial para mujeres maltratadas y que se le dé seguimiento en mi comunidad. Te hablo de mi comunidad porque yo lo he vivido y es lo que veo, hay autoridades que nombran en la misma localidad, gente auxiliar y rural pero no veo que haya justicia, al contrario, no es defendida la mujer. Una de mis hermanas fue golpeada por parte de su esposo y muy feo, ella llegó a pedir ayuda allá con las autoridades y lamentablemente no le brindaron el apoyo adecuado. Yo siento que eso ya no debe de pasar y aunque en las Ciudades siempre han dicho eso de que hay instituciones acá, que el gobierno dice que están implementando talleres para la equidad de género no es verdad, no piensan en las comunidades, sólo en la Ciudad. Ya deberían de haber módulos o dependencias por así decirlo en comunidades para que las mujeres comiencen a conocer más sobre sus derechos y sepan que todos somos iguales tanto hombres como mujeres, que pueden participar en asambleas, pero en mi comunidad no, todavía no es tomada en cuenta la mujer, hoy en día ya no debería de pasar, eso es lo que debería ver el gobierno, darle un poco de atención a las mujeres indígenas porque ellas son marginadas. Acá en la Ciudad, yo como soy estudiante pues ya pienso diferente, ya he adquirido nuevos conocimientos, he descubierto que si hay justicia pero no en las comunidades indígenas que sigue habiendo muchísimo machismo.

El dinero no es un obstáculo, queriendo todo es posible.

“Como ves, las mujeres que tienen tu edad o son un poco más chicas, su forma de pensar está cambiando o se están quedando con la realidad que siempre han vivido sus mamás. Todavía hay jóvenes que estudian porque en la localidad hay telesecundaria, siento que a ellos poco a poco se les va abriendo su mente, conociendo en cuanto a la sexualidad y sus derechos, sin embargo, si hay jóvenes que todavía son obligadas a casarse a muy temprana edad o muchas son vendidas a otras familias. A veces algunos se escapan pero la mayoría aceptan sus vidas allá y se quedan ahí. Me ha tocado platicar con algunas chicas y les pregunto si no piensan seguir estudiando, me dicen que no, que no hay dinero, que no las dejan, que sus papás piensan que si se van a la Ciudad van a ir a buscar marido, prefieren quedarse y casarse allá, aprender los roles de ama de casa, entonces yo les explico mi experiencia; cuando yo estudié allá sólo estudié primaria, yo siempre dije que nunca me iba a quedar ahí , le dije a mi papá que me trajera acá a San Cris y me ayudara a buscarme un trabajo de lo que cayera, me dejó en casa de una señora, yo cuidaba a un bebé y trabajaba los fines de semana el telar para vender en la calle porque en la casa no me pagaban nada pero me dieron permiso de ir a la secundaria en la tarde, terminé y me fui a la preparatoria, estudié en la noche y así fui terminando y me empezó a gustar mucho estudiar y gracias a eso, por mi esfuerzo, estoy en la Universidad ahora. Yo le platico a uno de los chavos allá en mi comunidad que no es el obstáculo el dinero, es parte de, pero queriendo, todo es posible, yo nunca tuve el apoyo económico de mis papás porque somos 12 hermanos, no habían recursos para darnos estudios.“

La historia de Teresa me hace reflexionar en tantos temas de violencia de género que deben ser erradicados: el machismo, el rol de la mujer adoptado por la sociedad, la desvalorización de su trabajo. Definitivamente necesitamos más mujeres con pensamientos revolucionarios como los de Teresa para acabar con este tipo de problemáticas, además, hemos visto a lo largo de la Historia del mundo que cuando las mujeres se unen son capaces de derribarlo todo.

Su excepcional trabajo y pensamiento, la manera en que quiere superarse personal y profesionalmente es para admirar, ya que, también nos enseña que debemos ser perseverantes, que podemos derribar todos los obstáculos que se nos presenten, que unidos somos más fuertes y que nada es imposible.

Conoce más sobre el trabajo de Teresa en su página de Facebook